miércoles, 15 de febrero de 2012

아우라 - 4TH Chapter.



Al señorito Yong Jun Hyung.

¡¿QUÉ?! - Exclamaron todos casi al unísono

Lo que habéis oído, se ha atrevido a volver - Comentó Yoochun. 

Acto seguido comenzaron a salir de la sala, y Jiho se acercó a mí- Baby… ¿Puedes esperar aquí? - Negué con la cabeza frunciendo el ceño- No pienso quedarme aquí ¿Quién es ese tal Jun Hyung y qué pasa con él?

Miho, por favor… Espera aquí, ya te contaré todo cuando volvamos… - Desistí, no merecía la pena insistirle, ya que lo único que iba a conseguir era que encima se mosqueara. Suspiré sonoramente y me dirigí hacia un sofá para sentarme mientras esperaba, pero algo me detuvo, me habían agarrado la muñeca. Ni me molesté en girarme, tan solo contesté molesta- ¿Qué quieres ahora Jiho? 

No soy Zico, princesa… - Me giré avergonzada para verle, y efectivamente ahí estaba, el “príncipe” Yoochun

¡Oh! Perdón por hablarte así - Me lleve una mano al pecho e hice una pequeña reverencia- 

No te preocupes pequeña…  -Se acercó un poco a mí y me tomó de la barbilla haciendo que le mirara- ¿Cómo te ha dejado Zico sola?

Me encogí de hombros- No sé… Ha ido a ver a ese tal Junhyung… - Me costaba mirarle a los ojos así que constantemente desviaba mi mirada a sus labios o simplemente miraba  a otro lado-

Con que te ha dejado aquí sola por eso… -Se incorporó y apretó los labios, girando la cara levemente, como pensando- ¿Qué te parece si te llevo por ahí y luego te llevo a tu casa? Va a ser una noche muy aburrida si te quedas aquí sola mientras esperas, lo más probable es que tarden bastante…

Pero… ¿Y Zico? Cuando no me vea aquí se preocupará… 

No te preocupes, pequeña, le dejamos un mensaje y listo - Me cogió la mano y levantó levemente la comisura de sus labios formando una pequeña sonrisa- ¿Vienes entonces?

S-Sí… Bueno… Yo he olvidado mi teléfono y mi cartera en la residencia, así que… Tenemos que ir a algún sitio donde no tengamos que pagar y… Bueno tienes que llamarle tú… -Por algún motivo me puse bastante nerviosa con la idea de estar a solas con él, no unos nervios malos, ni nada, simplemente es que nunca nadie me había tratado de esa manera nunca y no sabía como responder o actuar-

En menos de un segundo sacó su móvil de última generación y escribió un mensaje. Al terminar volvió a guardar su móvil en el bolsillo del pantalón y cogió mi mano, entrelazando sus dedos con los míos- Problema número uno solucionado, y por el dinero no tienes que preocuparte, así que problema número dos solucionado también ¿Alguna pega más, señorita? ¿O podemos salir ya? 

- Me reí algo nerviosa y negué con la cabeza- Nada más señor príncipe - Volví a reírme ante mi propio comentario y empecé a andar hacia la puerta- Eso sí, espero que ese sitio al que me piensas llevar me guste mucho mucho mucho y que merezca la pena dejar tirada a la persona a la que venía a acompañar y tener que aguantar sus quejas todos los días… Tooodo el rato… 
Se rió muy sonoramente y rápidamente se me adelantó al abrir la puerta- Ladys first - Creo que debo empezar a plantearme el dejar la carrera de filología española y entrar a arte dramático, porque lo bien que disimulé lo que me gustó aquella frase en inglés, no lo hace cualquiera, tal vez tengo un don y no lo sabía. Pasé antes que él, sin soltar su mano y esperé a que saliera para que me dirigiera a la salida, porque sinceramente no recordaba por donde había llegado hasta allí, además aquello estaba plagado de gente, empecé a pensar que nunca iba a poder salir de aquel lugar, pero Dios sabe como Yoochun me sacó de allí en menos de 2 minutos y se paró frente a un coche de alta gama, un deportivo negro. No sé qué modelo sería porque no entiendo de coches, pero estaba claro que debía tener mucho dinero porque no es ese tipo de coche que ves a diario que piensas ‘Woah es fantástico’ es aún mejor que eso.

Abrí los ojos como platos al ver la puerta abrirse hacia arriba, sí sí, hacia arriba… Me senté en el lado del copiloto y esperé a que entrara él para cerrar la puerta. Me coloqué el cinturón y comenzó a conducir- ¿Con que príncipe, no? 

Le miré extrañada, no entendí en ese momento su pregunta- ¿Qué? 

Antes… - Detuvo el coche cuando un semáforo se puso en rojo y me miró- Antes me has llamado así - Alzó levemente la comisura derecha de sus labios- 

¡Ah! Sí - Me reí asintiendo un par de veces- Es que como me has llamado princesa varias veces… No iba a ser menos - Me encogí de hombros y me froté un poco los brazos, hacía bastante frío- 

No hizo ningún comentario al respecto solo soltó un poco de aire por la nariz a modo de risa y siguió conduciendo en cuanto el semáforo se puso en verde- ¿Dónde vamos? -Miraba hacia todos lados, frunciendo el ceño, aún no conocía apenas la ciudad y me sentía bastante perdida puesto que no sabía por dónde estábamos.

Lo cierto es que no lo sé… ¿Hay algún sitio al que te apetece ir? - Encontró de casualidad un hueco y aparcó el coche mientras decidíamos- 

No sé… Aún no conozco mucho la ciudad… Lo siento -Agaché la cabeza y sentí su mano posarse en mi muslo izquierdo, acariciándolo con suavidad. Por si lo estáis pensando, no fue con ninguna intención extraña.-

-No tienes de qué disculparte princesa~ ¿Qué te parece si vamos a mi casa y te preparo la copa que te debo? 

- Mh… Solo si hay comida -Levante la cabeza poco a poco poniéndole el pucherito más adorable que pude y llevó la mano que antes estaba sobre mi muslo a mi mejilla, pellizcándola- Oppa te preparará algo de comer, no te preocupes~ 

Me llevé una mano a la tripa y asentí- Leeeet’s go~ - Antes de arrancar el coche puso música, la melodía sonaba preciosa, y la letra más de lo mismo, decía algo como…

내가 없는 너의 하룬 어떻게 흘러가는 건지
Me pregunto cómo pasas un día sin mí, por ti misma.
나를 얼마나 사랑하는지 난 너무나 궁금한데
Estoy curioso por saber cuánto en realidad me amas
너의 작은 서랍 속의 일기장이 되고 싶어
Quiero ser tu diario en tu pequeño cajón
알 수 없는 너의 그 비밀도 
Quiero poner todos tus secretos 
내 맘속에 담아둘래 너 몰래
En mi corazón, sin que tú lo sepas.

Cerré los ojos y sin darme cuenta empecé a mover la cabeza al ritmo de la música. Abrí los ojos poco a poco cuando en una parte empecé a pensar lo bueno que eran los altavoces porque sonaba como si estuvieran cantando en ese momento y claro que sonaba así… Era Yoochun el que estaba cantando. Le miré en silencio para no interrumpirle hasta que terminó de cantar- ¡Woah! ¡Qué bien cantas! - su única respuesta fue una sonrisa con un deje de timidez. 

Unos minutos después llegamos a su casa, al ser tan de noche no alcancé a verla bien por fuera. Aparcó el coche en el aparcamiento y esperé a que me abriera para salir del coche porque no tenía ni idea de cómo se abren esas puertas, me sentí como una campesina que vive ignorando por completo la tecnología. Una vez abrió salí con cuidado de que no se me viera nada de lo que no se tiene que ver y una vez cerró el coche le seguí hasta una puerta que llevaba directamente a su casa… Solo diré que lo primero que pensé es si ese hombre era traficante de órganos o algo de eso, porque apenas tendrá 24 o 25 años y dudo que tenga un trabajo tan prestigioso como para tener una casa así.

Colgó su chaqueta en un perchero tras quitársela y señaló el sofá- Ponte cómoda, princesa, como si fuera tu casa - Le hice caso y me senté en el centro del sofá juntando las piernas y colocando las manos sobre mis rodillas, con la espalda bastante recta- ¿Te importa si me pongo algo más cómodo para prepararte algo de comer, bonita?

- No, claro, es tu casa, ponte lo que quieras… - Me di cuenta de lo que había dicho y negué rápidamente con la cabeza- Bueno lo que sea que tape lo suficiente, ya sabes - Se rió, enseñando apenas los dientes y salió del salón. Durante todo el rato que le esperé observé tranquilamente el salón, estaba decorado entero en tonos que iban desde el blanco y gris, al negro… y algunos pequeños detalles en colores llamativos. Después de un rato empezó a molestarme el recogido que me había hecho, así que me solté el pelo. Mientras intentaba arreglármelo con las manos volvió el príncipe, con una camiseta básica de color blanco y unos pantalones deportivos anchos de color gris; con una bandeja en las manos, en la que traía un par de latas de cerveza y nos platos que no alcancé a ver qué tenían hasta que colocó la bandeja en la mesa. Había un poco de kimchi y unos pocos de frutos secos y patatas en otro plato, una mezcla un poco extraña, sí, pero con el hambre que tenía y encima de que me había invitado… No me iba a quejar, así que sonreí ampliamente- ¡Muchas muchas gracias! - Alargué el brazo hacia las patatas para coger una pero me agarró la mano, deteniéndome- 

- ¿Quién ha dicho que sea para ti? - Traté de zafarme del agarre, pero fue inútil-

Con la mano libre se dio un par de toquecitos en la mejilla - Si quieres comida… Tienes que darme algo a cambio…

- No pienso darte un beso a cambio de comida, soy tu invitada, tienes que mimarme, no que cobrarme - Me soltó la mano y se me sentó a mi lado-

- Bueno, bueno… Me has convencido - Cogió una de las latas y la abrió, dado un trago largo de la misma- 

- Oppa… Ahora… ¿Vas a tener que volver a cambiarte para llevarme? - Cogí un par de palillos y con los mismos un poco de kimchi, llevándomelo a la boca y mastiqué con tranquilidad, saboreándolo.

- Mh… -Cogió una patata y se miró a si mismo- Uf… Es verdad… - Se echó hacia atrás, acomodándose en el sofá- ¿No prefieres quedarte a dormir y así le ahorras a oppa el tener que cambiarse y llevarte? Y no tienes que preocuparte de nada, hay habitaciones de sobra, no tienes que dormir conmigo 

- Bueno… No sé… - Comí otro poco de kimchi y me acomodé a su lado en el sofá-

-Pues decidido, te quedas a dormir.

Pasamos unas horas que parecieron minutos conversando sobre nuestras vidas, me contó que estaba estudiando la carrera de música postmoderna, hablamos de por qué me había ido a Seúl, de amores pasados, hablamos de casi todo, creo que hablé con él cosas que nunca había hablado antes. Terminada la conversación le ayudé a recoger lo poco que había por medio y me dejó una camiseta y unos pantalones que le quedaban algo pequeños para dormir. Me preparó la habitación que estaba al lado de la suya y por primera vez en mucho tiempo me dormí prácticamente al meterme en la cama, estaba realmente agotada, pero con toda la conversación no noté el cansancio hasta que me empecé a cambiar.

A la mañana siguiente cuando me levanté, me asomé a su habitación, pero estaba vacía, y su cama ya estaba vacía. Bajé al salón y tampoco lo vi, así que me asomé a la cocina y allí estaba, me di cuenta de que no había notado mi presencia y me acerqué sigilosamente hacia él, dándole un toquecito con las manos en los costados- ¡BUH! - Dio un repullo enorme, incluso me sentí mal… hasta que empezó a hacerme cosquillas- 

- Con que esas tenemos ¿No? Asustando al príncipe que te prepara el desayuno mientras duermes - Le agarré las muñecas con todas mis fuerzas riéndome a puras carcajadas-

- Para…p-para por favor - Casi gritaba, me iba a dar algo ya de la risa, pero entonces me salvó el timbre ¿Quién podría ser ahora, un domingo por la mañana?-

- Por esta te vas a librar princesa… Dale gracias a quien sea - Salió de la cocina para abrir la puerta y aproveché para coger un vaso con zumo de naranja que había en la encimera y le di un trago largo, siempre me despierto con mucha sed y no había tenido oportunidad de beber nada desde que me levanté, de repente escuché gritos- 

- ¿POR QUÉ TENÍAS QUE TRAERLA PRECISAMENTE A ELLA? ¿ES QUE NO HABÍA MÁS CHICAS EN LA PUTA DISCOTECA QUE TENÍAS QUE IR A POR ELLA? JODER TÍO, QUE ELLA NO ES COMO LAS OTRAS ¿POR QUÉ TENÍAS QUE HACERLO? - Esa voz… 

- ¿Jiho? -Me asomé desde la puerta de la cocina….

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