martes, 21 de febrero de 2012

아우라 - 5TH Chapter.





- ¿POR QUÉ TENÍAS QUE TRAERLA PRECISAMENTE A ELLA? ¿ES QUE NO HABÍA MÁS CHICAS EN LA PUTA DISCOTECA QUE TENÍAS QUE IR A POR ELLA? JODER TÍO, QUE ELLA NO ES COMO LAS OTRAS ¿POR QUÉ TENÍAS QUE HACERLO? - Esa voz…  
- ¿Jiho? -Me asomé desde la puerta de la cocina y efectivamente allí estaba, con la misma ropa que anoche, completamente alterado- ¿Qué pasa Jiho? - Me acerqué a él y vi un pequeño corte en su mejilla derecha- ¿Qué te ha pasado Jiho? - Llevé una mano a su cara pero antes de poder llegar a tocarla apartó mi mano-

- No me toques Miho, no me toques… - Su voz parecía dolida, pero ¿por qué, si yo no le había hecho nada? ¿sería que no le llegó el mensaje de Yoochun anoche? -

De repente se río de forma irónica y chasqueó la lengua, acto seguido me miró de arriba a bajo varias veces, me pareció como asqueado ¿Qué te pasa Jiho, has bebido? . Volví a intentar acercarme, pero Yoochun me agarró de la mano evitándolo. Jiho apretó un puño, hasta que se le quedaron los nudillos blancos y lo colocó sobre su boca, como aguantando la rabia pero finalmente estalló, gritándome- ¡ME PASA QUE SOY GILIPOLLAS POR PENSAR QUE NO ERAS UNA PUTA COMO LAS DEMÁS, POR PENSAR QUE ERAS DIFERENTE, ESO ME PASA!

Ni pensé, mi cuerpo actuó antes de que me diera tiempo a hacerlo, di un tirón para que Yoochun soltara la mano que aún me sujetaba y le di el bofetón más fuerte que haya dado en mi vida, un poco más fuerte y le cambio la nacionalidad.

Yoochun hizo amago de pegarle, pero me puse delante de él, evitando que lo hiciera, quería hablar con Jiho- ¿Quién te crees para llamarme eso? ¿Soy una puta por dejar que me besaras o tal vez lo soy por aceptar la invitación de un nuevo amigo y dormir en una habitación diferente? Si te digo la verdad no tenía ni idea de que ser prostituta era eso, siempre he pensado que consistía en mantener relaciones sexuales con otra persona y bueno a cambio de dinero, ya sabes… Pero siendo esto, oye adiós a mis problemas con el dinero, ya tengo un nuevo trabajo - Me giré hacia Yoochun- Podemos repetir esta noche, lo cierto es que esta cama es mucho más cómoda que la de la residencia - volví a girarme hacia Jiho y le acaricié la mejilla que antes le había abofeteado con el dorso de la mano- Creo que me debes mucho dinero por todos estos días que hemos compartido habitación ¿No? - después de eso no quería ver su cara, realmente me sentía dolida, me di media vuelta y me dirigí al baño de la planta baja, donde nos encontrábamos, y me encerré, en ese mismo instante las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, no podía parar de llorar, Jiho era casi mi mejor amigo ¿Por qué pensaba así de mí? ¿Esa imagen tiene la gente de mí? Los pensamientos de que no sirvo para nada ni para nadie que hacía tanto no pasaban por mi cabeza inevitablemente volvieron, y lo único que consiguieron fue hacerme llorar más. Me senté en una esquinita del baño, encogí las piernas, las rodee con los brazos y apoyé la frente entre mis rodillas. Después de un tiempo, no sé exactamente cuanto, escuché varios golpes en la puerta acompañados por la voz preocupada de Yoochun- Miho… Princesa… ¿Estás bien?´- No contesté, solo lloré más, además de inútil hago a la gente preocuparse, no sirvo para nada, soy idiota, esas palabras no hacían más que rondar mi cabeza- Miho, por favor, ábreme, no voy a decirte nada, solo déjame estar a tu lado… - Sequé las lágrimas de mi cara con las mangas de la camiseta y me levanté, me dirigí hasta la puerta y la abrí, antes de que pudiera hacer nada le abracé, le abracé con todas las fuerzas que en ese momento tenía y comencé a llorar aún más fuerte, sin reprimirme lo más mínimo, no quería hacer nada más en ese momento, solo llorar. Me atrajo hacia él y mientras pasó un brazo alrededor de mis hombros con el otro me acariciaba el pelo con suavidad, suavidad y dulzura. Pasamos un rato largo así, ya llegué a ese punto en el que se te entrecorta la respiración y no puedes hablar para nada, me tomó de la barbilla haciendo que le mirara y me sonrió- ¿Qué prefieres, llorar otra hora más o ir a comer? - Tenía que estar preciosa con los ojos y labios completamente hinchados. Apreté los labios un poco para intentar controlar un poco el llanto y finalmente entre sollozos le dije “comer”. Se separó de mí y me miró de arriba abajo-

-Mh… Me parece que es mejor que te cambies, un pijama que te queda enorme no me parece el atuendo más apropiado… -Negó con la cabeza lentamente y no pude evitar reírme-

- Solo tengo la ropa de anoche… - Miré hacia abajo, para verme la ropa y mientras volvía a levantar la cabeza me sequé las lágrimas de la cara- ¿Qué hago?

Tomó una de mis manos y la dejó entre las suyas - No te preocupes, dime cuál es tu residencia y yo voy a por algo que te puedas poner mientras tu te das un buen baño ¿Sí? -Apartó una de sus manos para así poder posar un suave beso en la mía. Mientras me llevaba al baño de arriba porque según la bañera era mejor le expliqué por donde quedaba mi residencia y cual era mi habitación, le advertí también de que Jiho podría estar allí. Una vez llegamos al baño abrió el grifo de la bañera, enorme por cierto, y sacó varios botecitos con sales o algo así de un armario que hay bajo el lavabo- Échate del que quieras, pero no te recomiendo que mezcles, no sale nada bueno, créeme - Intentó no reírse, pero acabó haciéndolo- Bueno princesa, voy a cambiarme y luego a por tus cosas, intentaré no tardar ¿Vale? Tú relájate, y no llores, te queda prohibido llorar si no estoy yo presente y puesto que estás en mi casa tienes que obedecerme -

- Sí mi capitán - Afirmé con la cabeza y me puse muy recta

Se rió de forma cariñosa y se despidió con la mano antes de dirigirse hacia la puerta -  ¡Espera! Trae mi móvil y mi cartera por favor - Se giró a mirarme y asintió.

Al salir del baño cerró la puerta y al pasar un par de minutos comencé a desvestirme. Cuando la bañera estaba lo suficientemente llena, cerré el grifo y eché un poco del contenido del primer bote que cogí, olía como a rosas o algo así. Terminé de desvestirme colocándolo todo sobre el lavabo y me metí poco a poco en la bañera, el agua estaba genial, caliente, pero sin llegar a quemarme, cuando encontré la posición más cómoda cerré los ojos y dejé pasar el tiempo, hasta el punto de quedarme dormida, estaba agotada de llorar. De repente escuché la puerta de la entrada cerrar dando un portazo, eso me despertó, cuando me di cuenta de que me había quedado dormida me levanté corriendo, cogiendo la única toalla que vi y me la puse alrededor del cuerpo-

 Pasado apenas medio minuto llamaron a la puerta - ¿Miho? ¿Puedo pasar? - Abrí un poco la puerta y me asomé-  Pásame lo que sea que hayas traído… - saqué una mano y moví los deditos pero entonces ví que traía mi maleta - ¿Has traído todo?

Es mejor que te quedes aquí unos días ¿Sí? Zico no está bien, no quiero que te diga nada que te haga daño… -Asentí y cogí la maleta- No tardes que nos están esperando~

- ¿Esperando? ¿Quién? - Cerró la puerta delante de mis narices-

- Ya lo verás - Fue lo único que dijo mientras se alejaba por el pasillo -

No sabía que era más apropiado ponerme puesto que no sabía a dónde íbamos. Me puse unos pantalones negros ceñidos que aún no había tenido la oportunidad de ponerme y una camisa blanca de mangas cortas bastante larga, metiendo bajo el pantalón solo la parte de delante, después me puse los tacones de Hyerin, ya que me los había prestado los tenía que aprovechar ¿No? Pensé que como iba a ir más gente que tal vez ni conocía debería maquillarme para disimular un poco la mala cara que tenía de haber llorado, así que me puse algo de base de maquillaje, me pinté un poco de sombra oscura en el rabillo del ojo, eso hizo que diera la sensación de que tenía los ojos más grandes, algo a mi favor teniendo en cuenta lo pequeños que se veían ahora. Puse un poco de sombra que básicamente es brillo por todo el párpado, algo de colorete rosa en mis mejillas y por último un poco de brillo en los labios, finalmente salí del baño, no sin antes recogerlo todo y llevé mi maleta a la habitación donde había dormido la noche anterior, después de todo esto me dirigí al salón donde supuse que estaba él.

¡Woah! Estás preciosa - Se levantó del sofá y se acercó hacia a mí con una leve sonrisa en los labios- pero no por el maquillaje ni por la ropa, sino porque ya no estás llorando

Me vino toda la vergüenza de golpe y con ella una risita tonta - Anda vamos pequeña, que luego se quejan de que tardamos - me cogió la mano y me guió hacia el aparcamiento, me senté en el asiento del copiloto antes de que él subiera al coche y me llevó a un restaurante en una zona que no conocía. Dejó el coche en el aparcamiento del edificio y salimos a la vez del mismo. Tomamos el ascensor y subimos hasta la planta del restaurante, parecía de comida típica coreana pero el ambiente era como el de un pub, aquel lugar tenía que ser bastante caro y según leí en un cartel que había en el mostrador solo podías acudir con reserva, según íbamos entrando todos los trabajadores le hacían reverencias a Yoochun, incluso diciendo su nombre ¿Lo conocían? Tal vez es que va mucho… Finalmente llegamos a una mesa que estaba apartada - Uf, aún no han llegado, menos mal - apartó una silla para que me sentara, y eso hice, tras esto se sentó a mi lado -

¿Quién vie… - pero una alegre voz me interrumpió - ¡Mihooo~~! - giré rápidamente la cabeza hacia donde provenía la voz, y allí estaba el dulce chico de sexys movimientos que la noche anterior había conocido - Hola Junsu~ ¿Qué tal estás?

Apartó la silla que había frente a mí y se sentó - Muy bien, cansado porque este tonto me ha despertado… - Cerró los ojos apenas un segundo mientras ponía morros -

Apoyé los codos en la mesa y miré a Yoochun - ¿Por qué has hecho eso? Con lo tarde que se debió acostar anoche…

Me pellizcó un moflete y arrugué la nariz ante su gesto - Para que comiera con nosotros, así no piensas en el tema - Suspiré y volvía a mirar a Junsu -

- Lo siento Junsu, es mi culpa…

- No hay de qué disculparse, así podemos hablar, que anoche no pudimos - Y volvió a regalarme una de esas sonrisas angelicales que tiene -

Nos pasamos un largo rato hablando los tres, era gracioso verlos “discutir” por tonterías, me hizo olvidar el tema de Jiho por completo, me reí como hacía tiempo no lo hacía y finalmente llegó la persona que faltaba, Jaejoong.


Hizo una reverencia para saludarnos y se sentó en el asiento que quedaba libre - ¿Habéis pedido ya? - ¿Cómo podía ser así de arrogante..? Ni “¿Qué tal?” ni nada, “¿Habéis pedido ya?” Era lo único que se le ocurría decir… - Meh - se me escapó, llevé mi mano derecha a la boca, tapándomela en un acto reflejo, Junsu empezó a reírse escandalosamente, tenía una risa única, no sabría decir como suena…

- No, aún no hemos pedido, te estábamos esperando - Dijo Yoochun mirándole atentamente-

Unos momentos después llegó un camarero a atendernos, me acerqué a Yoochun y le hablé al oído - ¿Qué está bueno aquí? - Miré de reojo al camarero y Yoochun volvió a su postura anterior- No te preocupes yo pido por ti - Y efectivamente así fue, pidió pero no solo por mí sino por todos.

Apenas tuvimos que esperar antes de que llegara la comida, había un montón de cosas con una pinta genial, comimos sin apenas hablar, yo por mi parte estaba muerta de hambre y los demás no sé si acostumbran a comer el silencio o simplemente no tenían nada de qué hablar, una vez terminé de comer recosté la espalda en el respaldo de mi asiento y me llevé una mano a la tripa- Yoochun… Creo que me vas a tener que llevar rodando por el suelo como un tonel hasta el coche, porque no sé si voy a poder andar… - Suspiré como quejándome y tanto Yoochun como Junsu se rieron ante mi comentario.

Después de terminar todos de comer, hablaron entre ellos, yo simplemente me dediqué a mirarles, Jaejoong apenas habló… Qué raro…

Yoochun insistió en invitarnos hasta convencernos a todos. Después de despedirnos de los dos volvimos a casa. Durante la siguiente semana en clase traté de no cruzar ni la mirada con Jiho, a la salida todos los días me recogió Yoochun para llevarme a casa y casi a diario me llevó a conocer mejor la ciudad, si no me llevaba por ahí él, lo hacía Junsu, con el cual en ese poco tiempo cogí bastante confianza, la verdad es que es difícil no cogerle un cariño especial, es atento, dulce, te hace reír… y hasta es guapo, no le falta nada a ese hombre y bueno… Mejor no hablamos de su forma de bailar porque entonces ya sí que no hay palabras.

El viernes Yoochun insistió en que fuera con él a Aura, alegando que Jiho probablemente no iría y que Junsu y él querían ir con la chica más “bonita” de todas. Lo cierto es que fui solo porque me daba miedo quedarme sola casi toda la noche en la casa… Y bueno Yoochun hasta me regaló unos zapatos y un vestido para ponerme ¿Cómo le iba a decir que no?

Y allí estábamos otra vez, en la sala donde vi por última vez a Jiho, bueno por última vez antes de que me gritara… Al venirme ese recuerdo a la mente se me quitaron todos las ganas de bailar o de cualquier otra cosa, así que me senté en sofá y después de meditarlo un poco decidí mandarle un sms a Jiho, así que saqué mi móvil del pequeño bolsito que llevaba y empecé a escribir:

Jiho.. Perdón por hablarte así el otro día, no quiero estar así contigo, eres una de las personas más importantes de mi vida… ¿Puedes quedar mañana para hablar?

En cuanto terminé de hablar guardé el móvil en el bolso, no quería que me preguntaran qué estaba haciendo, porque se iban a acabar enterando de lo que había hecho y no tenía ganas…

Finalmente llegaron los demás, es decir Junsu y Jaejoong, Yoochun había salido a por algo para beber. Junsu se acercó a mí y se puso de cuclillas frente a mí, agarrándose a mis rodillas para no caerse - Miho-ah ¿Vienes a bailar conmigo? Jaejoong no quiere y no voy a bailar solo…

- No sé Junsu, ahora mismo no me apetece… - De repente unas ganas locas de llorar me inundaron, me contuve como pude, y justo en ese momento puso un puchero como el de un niño pequeño que quiere que le compres caramelos -

- Yo pensaba que tú molabas Miho, pero ya veo que no… - Se sentó a mi lado con los brazos cruzados -

-Veeeeeeeenga va…. - Según me iba levantando fui arreglándome el vestido con las manos - Pero solo un ratito ¿Eh? - Se levantó de un salto y asintió muy rápidamente-

- Sí sí, solo un ratito - Me cogió la mano y me llevo a la parte más espaciosa de la sala y comenzó a bailar, de manera progresiva, comenzó de manera suave y acabó “dándolo todo” me sentí cohibida con él bailando así de bien y Jaejoong allí sentado observándonos, pero de todos modos poco a poco me fui soltando, al rato largo empecé a preocuparme porque Yoochun no volvía así que decidí salir a buscarlo… A buscarlo y no perderme porque estaba todo llenísimo como la última vez, pero allí salí yo, a la aventura.

Di vueltas y vueltas, en círculo creo yo porque pasé delante de las mismas personas como 3 o 4 veces, de repente vi una silueta que me resultó conocida… ¿Y ese pelo? Me acerqué más y allí estaba Jiho, comiéndose la boca con una chica, aquello ni era un beso ni nada, le estaba comiendo la boca, la cara de asco que pude poner no es normal, al parecer no notó mi presencia me acerqué más hasta su oído y le hable en un tono en  el que pudiera oírme a pesar de todo el ruido - Luego ven con la poca vergüenza de decirme que soy una puta - Me fui rápidamente sin dejarle contestarme, perdiéndome entre la gente, me sentí una idiota, yo preocupada por él, por arreglarlo y él mientras tanto ¿Qué? Comiéndose la boca con Dios sabe quién… Lágrimas brotaron de mis ojos no sé cuando llegó pero allí estaba Yoochun abrazándome, fue como si mis lágrimas le hubieran llamado -



Quiero darle las gracias a geme, porque me está ayudando y asd eso que la quiero mucho y vosotros la tenéis que querer también... u_ú

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