jueves, 9 de febrero de 2012

아우라 - 2ND Chapter.


Ya hace dos meses desde que cogí aquel tren, en este tiempo Hyerin y yo básicamente nos hemos instalado en la residencia de estudiantes, por desgracia no nos ha tocado juntas porque al parecer están repartidas las habitaciones por carreras pero bueno, mi compañero, sí, compañero, es muy simpático, se llama Jiho, pero todos lo llaman Zico, desde el primer momento en que lo vi, lo que ha captado toda mi atención son sus labios (aunque no es nada raro puesto que es lo primero en lo que me suelo fijar) son carnosos… Mucho, son realmente apetecibles, y es raro que yo diga esto, puesto que no soy una chica de las que se acercan a cualquiera y… ya sabéis a lo que me refiero ¿No? Pero es que son tan… ¿Mordibles? Dejémoslo en eso… Su nariz es más bien redonda y sus ojos bastantes rasgados, y algo que cabe destacar es su pelo que está teñido del rubio más chillón que os podáis imaginar, con la rápida confianza que hemos cogido en estas semanas no es extraño que me pase el día revolviéndole el pelo, demasiada confianza diría yo, sobretodo si tenemos en cuenta que es un año mayor que yo… Y bueno… Que es un chico, debido a esto no hay día que falte algún comentario al salir de la universidad referido a nuestra “relación” la verdad es que me importa poco lo que digan, pero es un poco cansado, para qué engañarnos.


Mi vida se resume en… Ir a clase, hacer un rato el tonto con Jiho, volver a la residencia, estudiar, ir a la habitación de Hyerin, hacer el tonto con ella y su compañera, volver a mi habitación, cenar, hacer el tonto con los amigos de Jiho que suelen estar a esas horas y acostarme. Así pasan los días desde entonces, no está mal la verdad, tampoco hacía mucho más en mi casa, el único inconveniente es que Hyerin y yo empezamos a necesitar dinero, porque nuestras familias nos mandan y suficiente, pero no me siento muy a gusto así, prefiero que inviertan ese dinero en otras cosas que sean más productivas, ya han gastado suficiente dinero en mí…


La verdad es que mi esquema diario no es exactamente como he dicho, muchas noches cambia puesto que Jiho y sus amigos acostumbran a ir a un club llamado Aura, debe ser bastante bueno porque no paro de oír hablar de él tanto en clase como en la residencia, unos hablan de lo genial que es y otros de lo que darían por ir, a mí lo cierto es que me da igual, nunca he sido muy aficionada a salir a clubes ni fiestas, cuando estoy con mis amigos prefiero algo más tranquilo, para hablar, reírme y eso, pero sin desfasar mucho, sin bebidas y todo ese rollo. Pero creo que todo eso ha cambiado esta noche, Jiho me ha insistido en que le acompañe con la excusa de que todos van a llevar acompañante menos él y que mejor acompañante que su compañera de habitación y no solo él, sino que Hyerin y Jaehyo le acompañaron en las suplicas añadiendo que nunca salgo y parezco una rancia, así que acepté para no tener que oírles más. No me decidía con qué ponerme todo me parecía o demasiado arreglado o demasiado de diario´… ¿Qué se supone que hay que ponerse para un sitio así? Estaba ya desesperada hasta que una bombillita se encendió en mi cabeza.- ¡El vestido negro! -Jiho recién volvía a la habitación de las duchas con tan solo un albornoz blanco cubriendo su cuerpo y me dedico una mirada extrañada, enarcando las cejas como si estuviera loca, la verdad es que siempre pone caras muy graciosas, pero me aguanté la risa y le miré lo más seria que pude.- No me mires así, que por fin he encontrado algo que ponerme… -Le contesté mientras sacaba mi maleta que estaba bajo la cama y la colocaba sobre esta, abriéndola y rebuscando por ella hasta que di con él. Un vestido negro, ceñido, con un solo tirante algo ancho. Lo levanté para que lo viera, esperando su aprobación, pero él simplemente me dijo.- Lo que sea Miho, lo que sea, pero no tardes mucho o llegaremos muy tarde.- Siguió secándose el pelo con una toalla que no sé en qué momento sacó.


Durante los siguientes 45 minutos me duché, sequé el pelo, recogí el mismo en un moño, pero con mi flequillo aún a la vista. Me apliqué base de maquillaje, un colorete rosado por las mejillas, me pinté los labios de rojo y los ojos con algo de sombra negra demás del eyeliner que no me suele faltar. Me eché mi “conocida” colonia con olor a fresa que a todo el mundo acaba por llamarle la atención, me coloqué el vestido y entonces recordé que no tenía zapatos apropiados, pero me pareció haber oído a Hyerin comentar algo de unos tacones negros bastante altos, así que decidí llamarla al móvil para preguntarle.


¿Sí, Miho? -Preguntó algo extrañada.- ¿No vas a ir?
Tranquila, tranquila, sí voy~ Es solo que no encuentro ningunos zapatos que ponerme… ¿Te importa dejarme esos tacones negros de los que hablaste el otro día? - Puse un tono algo suplicante y antes de lo que me pude imaginar, allí estaba ella frente a mí con los zapatos en la mano. La miré frunciendo el ceño, porque no me explicaba aquella rapidez, tal vez me había vuelto a perder en mis pensamientos…


¡QUÉ GUAPA ESTÁS MIHO! -Sonreí levemente ante su comentario, lo cierto es que me daba algo de vergüenza. Miré los zapatos que llevaba en la mano y creo que nunca me había alegrado tanto de tener el mismo número de ella a pesar de que me sacara varios centímetros de alto- Son preciosos Hyerin, que buen gusto tienes… -Los miré poniendo un leve pucherito y luego la miré a ella- Muchas gracias por dejármelos… -Me senté en uno de los retretes, sí, estaba en el baño aún, y me pusé los zapatos, al levantarme casi pierdo el equilibrio, hacía demasiado que no me ponía tacones.


Le di un sonoro beso en la mejilla a Hyerin y me despedí con la mano, mientras me dirigía a mi habitación pude oír claramente como decía.- Pásatelo bien Mimihoho~


¿Mimihoho? -No pude evitar reírme al oírlo


Cuando entré en la habitación Jiho estaba hablando con el móvil pero en cuanto notó mi presencia y se giró colgó. Me miró de arriba a abajo con los labios entreabiertos, en respuesta lo único que pude hacer fue agachar la vista, sentía como me miraba detenidamente, cuando empecé a notar mis mejillas sonrojadas y no precisamente por el colorete alcé de nuevo la vista y forcé una pequeña sonrisa.- Jiho… ¿Estás ahí? - Me reí un poco, él simplemente agitó un poco la cabeza y se río en un tono que me apreció algo nervioso, no le había prestado atención pero se había arreglado más que de costumbre, vestía unos pantalones negros, con una camisa del mismo color y una chaqueta de un color como burdeos oscuro… También llevaba una especie de botas negras y bastantes collares, dicho así parece que fuera bastante hortera, pero creedme cuando os digo que le sentaba de maravilla…-


Cuando salí de mis pensamientos estabamos en su coche, el conduciendo (obviamente) y yo en el asiento del copiloto, una vez ya había arrancado y empezado a conducir me di cuenta de que no había cogido el bolso, con la cartera y el móvil.- ¡Jiho espera! -Dije tal vez con demasiado impetú tal vez por eso se giró tan repentinamente hacia mí, menos mal que el semáforo estaba en rojo-


¿Ha pasado algo Miho? -Preguntó claramente preocupado.


No… solo… He olvidado la cartera y el móvil en la habitación…


Me dio un pequeño golpe en el muslo- ¡Yah! No vuelvas a asustarme… No necesitas nada de eso, ya sabes que te voy a invitar yo, y si te llaman pues… Ya llamarás tú de vuelta- Sonrió ampliamente, mostrando los dientes


Pero… Pero… Yo no quiero que me invites, me da cosa…- A pesar de que su padre es un abogado de prestigio y el dinero no les sobra, sino lo siguiente, me sigue dando cosa que me invite, supongo que lo que haré será invitarle a algo en unos días, sin que se dé cuenta claro, porque no creo que me lo permita.
Ignoró mis palabras y en cuanto el semáforo se puso en verde, siguió conduciendo hacia aquel famoso lugar, tardamos menos de lo que esperaba en llegar, no esperaba que estuviera tan cerca. Me sorprendió que nos dejaran pasar sin tener que esperar la larga cola que había, supongo que fue ese el motivo de que me miraran tan mal algunas personas.


Con la primera pisada que di al Club sentí la música golpearme, estaba muy alta y estaba llenísimo, no pude ni ver el lugar con claridad me sentí algo perdida hasta que Jiho me cogió la mano, al sentir este gesto le miré y me dedico una sonrisa. Mientras me guiaba a algún sitio se acercó a mi oído y me dijo- Baby~ - ¿De verdad había dicho baby? Al notarme perdida volvió a repetirlo- Baby… Aquí soy Zico, nada de Jiho ¿Okay? - Simplemente asentí una sola vez con la cabeza, me había dejado shockeada con aquello, aunque en realidad me hizo gracia.


Subimos unas escaleras y entramos a una sala, mucho más vacía tanto que solo estabamos nosotros dos y otras dos personas que ya conocía bastante bien, y que al parecer se alegraron de verme- ¡MIHO! -Gritaron casi al unísono mientras venían hacia mí- Wow estás espectacular- Comentó Kyung mientras me cogía una mano y me hacía dar una vuelta, sonreí con un deje de timidez y antes de que me diera tiempo a reaccionar me abrazó Jaehyo- ¿Desde cuando tienes tú ese tipo? - bromeó mientras se separaba de mí, yo simplemente le miré mal, justo antes de que se me escapará una carcajada, me caen muy bien los dos, y Jaehyun tiene una cara muy bonita, he oído que es bastante conocido por internet debido a sus fotos y eso, no me extraña mucho la verdad… Y Kyung… Bueno Kyung es un amor, está muy unido a Jiho, creo que son amigos desde la infancia.


Jiho me tomó de la muñeca y me pegó a él- Kyuuuungie~ Jaaehyo~~ -Lo dijo en el tono más infantil que le había oído nunca- Que alguien nos traiga algo de beber ¿No? Antes de que vengan los otros…- Supuse que iría uno de los dos, pero me equivocaba salieron ambos- ¿Quién falta por venir? ¿Y no se suponía que traían todos compañ.. -No me dejo terminar, me tomó de la cintura y me pegó aún más a él en el momento en que posó sus labios sobre los míos, en ningún momento esperé que fuera a pasar aquello, mi mente me estaba jugando una mala pasada, me había paralizado, sentía esos labios que tanto había mirado los últimos días, los sentía sobre los míos, apenas moviéndose, pero el shock no me dejaba hacer nada. Subió su mano libre hasta mi nuca haciéndome así reaccionar, lo único que me salió hacer fue apartarme y mirarle con la respiración algo entrecortada, él no se dio por vencido y llevo la mano que antes estaba en mi nuca a mi barbilla, tomándola, acercó su cara a la mía de nuevo y susurro a pocos centímetros de mis labios- Miho… -Apenas rozó mi labio superior con su labio inferior, aquello me hizo estremecerme, la verdad es que nunca había estado con un chico, todo esto era nuevo para mí, estaba tan nerviosa que simplemente cerré los ojos, n sé cómo pero sé que en ese momento sonrió y de nuevo un susurro- No sabes las ganas que tenía de probar tus labios…- y ahí llegó un nuevo beso un beso gentil, como si supiera que era el primero, moví los labios con algo de torpeza, tratando de imitar lo que él hacía. Poco a poco apartó la mano que sujetaba mi barbilla y me rodeó la cintura con ambos brazos, por inercia mis brazos subieron hasta rodear su cuello pero entonces un ruido nos sacó de nuestro momento.


Ambos giramos la cabeza hacia la puerta, sin soltar el agarre que teníamos ambos, y entonces llegaron, eran tres chicos, los tres chicos más carismáticos que nunca he visto, y detrás de ellos venían Kyung y Jaehyo con las bebidas.


¡Ya estamos todos! - dijo Jaehyo con ese tono alegre que le caracteriza, el más bajito de los 3 desconocidos le revolvió un poco el pelo, después de un momento preguntándome por qué me mirarían tanto, recordé como estaba con Jiho, en ese mismo instante me separé rápidamente de él y tiré un poco del bajo de mi vestido para colocármelo mejor, noté un calor en mis mejillas y mentalmente recé por que no se me notará mucho el sonrojo.


Me acerqué a los tres chicos e hice una pequeña reverencia mientras me llevaba una mano al pecho para taparlo, ya es una costumbre que tengo, lleve o no lleve escote siempre lo hago.- Buenas, yo soy Miho, encantada de conoceros - puse mi mejor sonrisa, y el chico que estaba a la derecha tomó mi mano y la besó, me quedé muy extrañada ante ese gesto- Encantado señorita, mi nombre es Yoochun - Wow, su voz sonó taaaaaan sexy… El chico de la izquierda, el que antes le había revuelto el pelo a Jaehyo se acercó a él y le dio un pequeño codazo- Perdona a este bobo, no sabe respetar a las chicas de los demás -Soltó una pequeña risita- Yo soy Junsu -Cogió la mano que antes había besado Yucun y me la estrechó-


No, no… Yo no soy la chica de nadie… - Junsu simplemente te rio-


Sí… Ya… Seguro -Siguió riéndose, me pareció muy extrovertido, ideal para ser amigo de Jaehyo-


Fijé mi mirada en el chico del centro, su cara era simplemente preciosa, como una estatua de mármol, al igual que lo que el cuello en forma de V de su camiseta dejaba ver de su pecho, ese chico debía traer locas a todas las chicas… Tal vez también me habría gustado a mí si no fuera por lo serio que estaba y ese aire de superioridad que tenía. No sé en qué momento pero Jiho e había rodeado la cintura con sus brazos, pegando su pecho a mi espalda.


Volví a mirar a aquel chico, esperando que me dijera su nombre, pero parecía perdido en sus pensamientos, así que decidí ignorarlo. Coloqué mis manos sobre las de Jiho y miré a mis chicos- ¿Qué habéis traído para mí?


JB con cola -Kyung alzó uno de los vasos de tubo que traía y me lo acercó, yo le sonreí como agradecimiento y cuando me disponía a darle un trago, aquel chico “misterioso” habló- Disculpa mi comportamiento, me llamo Jaejoong.

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